RESISTIR UN ARCHIVO

Complicidades y engaños a la verdad

RESISTIR UN ARCHIVO

ANDA, 17 de julio (Por Miguel Di Fino).- Cuando en el año 2.000 la publicación zonal “La Posta” de Zárate, publicó documentación referida a las vinculaciones del Sindicato de Químicos con fuerzas represivas –para el caso, el Área Conjunta 400, asentada en la ex Fábrica Militar de Campana-, y de los dirigentes Pedro Valiente y Nelson Palacios, que habrían provocado con su accionar la desaparición de trabajadores del sector, tanto la carta documento que enviara Palacios al periodista Pablo Milanessi por lo publicado, como la posibilidad de que el medio diera derecho a réplica y/o descargo por lo que el sindicalista se sintiera agraviado, configurarían una situación que transcurriría por carriles esperables ante lo publicado y lo reclamado.

A años vista de lo acontecido, en el año 2006 –a 30 años del golpe- la ex secuestrada y detenida Lidia “la China” Biscarte, funcionaria de Derechos Humanos municipal de Zárate, así como Alberto Calvo, ex secuestrado y detenido, sostuvieron la complicidad de Palacios y en el diario “La Nación” (“Reflotan una causa”-28/01/07), se reflejó lo ocurrido en ese momento, consecuencia de lo cual el sindicalista ha iniciado acciones contra las personas mencionadas por calumnias e injurias.

De hecho, no es la primera vez –ni la última- en que a alguien que se sindica como vinculado a la actuación del Terrorismo de Estado, recurre a la justicia en procura de satisfacciones que, desde el punto de vista del análisis histórico-político, distarían de ser válidas, ya que el nivel de connivencia de dirigentes sindicales con fuerzas represivas ha sido analizado por la periodista Gaby Weber como por otros analistas (por ejemplo, O. Bayer: Contratapa Página/12- 27/05/07), explicando y desnudando responsabilidades gremiales.

Lo iniciado por Nelson Palacios, actual secretario del Sindicato de Químicos de la zona, no alcanza para ocultar el compromiso que, desde la labor periodística, mantiene la publicación “La Posta” para con la temática de Derechos Humanos, tanto como la que han abonado con cárcel y consecuente militancia Biscarte y Calvo, testigos también en la causa de los CCD en Campana-Zárate en el Juzgado Federal nº 1. Asimismo Palacios está patrocinado por los abogados Mario Mitre y Juan Carlos Arias, encabezados por el Dr. Fernando Archimbal, ex juez y ex camarista federal de San Martín, otrora defensor de Erman González en la causa contrabando de armas, asesor de Amira Yoma, “largamente vinculado con la SIDE” (Eduardo Tagliaferro- Página/12-27/04/01), “persona de confianza de Fernando de Santibañes. Tanto que el ex bancario le confió una de las tareas más delicadas de su gestión: el manejo de los recursos clandestinos de la SIDE” (Horacio Verbitsky-Página/12-22/10/00), datos que apuntan a referenciar antes que supuestos jurídicos y/o profesionales, a aquellos que denotan sesgos políticos o hasta trayectorias ideológicas con las que –es de estimar- habrá que ver cómo lidia la Dra. Raquel Slotolow, jueza que entiende en la causa nº 1333 iniciada por Palacios.

Pero lo que seguirá siendo nudo gordiano en tales sucesos, debería enmarcarse también en la aquiescencia que prestan dirigentes gremiales de la zona a la presencia en, por ejemplo, la CGT-Regional de un sindicalista que debería demostrar que no tuvo relación alguna con las fuerzas represivas del Área 400 en los “años de plomo” que significaron la desaparición de trabajadores químicos (como Luis Garello, entre otros), así como en sentido similar deberían asumir un compromiso cierto trabajadores del sector para declarar ante la justicia sobre los hechos que conozcan ocurrieron con sus compañeros desaparecidos, ya que si bien el “caso Bordisso” arrojó un poco de luz sobre la actitud empresaria –de Tenaris/Siderca para el caso-, con sus reiteradas negativas a reconocer siquiera el reclamo laboral que se le planteaba, aún es mucho y pedregoso el camino que debe recorrerse en busca más y mejor Justicia por las desapariciones ocurridas en la zona. Y la verdad, si es que la Justicia no alcanza a ver, tampoco podrá resistir un archivo. (ANDA)